La amenaza de cierre de “más de la mitad de los seminarios” solivianta a buen número de obispos
Críticas: arrasará con la formación teológica en las diócesis pequeñas, contradicción de no actuar desde las periferias, proceso “poco sinodal”
- Impuesto por Roma
- Una carta del Papa
- Encuesta a los obispos
- Encuesta a los obispos
- Más de la mitad de los seminarios
- Poco sinodal
- Víctimas de la pederastia
- Retraso técnico
Comienza el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, su mandato de presidente al frente de la Conferencia Episcopal Española con la herencia de algunas “patatas calientes” no fáciles de gestionar, tal y como se ha podido comprobar la pasada semana durante los trabajos de la Asamblea Plenaria de los obispos españoles.
La primera es el proceso de cierre y unificación de los seminarios. Se suele decir que los obispos están divididos en grupos, lo que también llaman sensibilidades. Es un esquema que no siempre responde con la realidad. Como todo colectivo humano, la convergencia de pareceres puede expresarse de diversas formas.
En esta Plenaria, 124 de número, la división no se produjo tanto en el proceso electoral, a tenor de la mayoría de 48 votos por la que se eligió a su presidente, a la primera, y de las sucesivas votaciones, sino por los temas que llegaron después. Principalmente el del futuro de los seminarios españoles.
Impuesto por Roma
En esta cuestión de los seminarios, más que división hay una mayoritaria sensibilidad frente a un proceso que es calificado de “impuesto por Roma” y alentado por la anterior presidencia de la Conferencia Episcopal, con algunos, pocos, obispos que lo apoyan y que suelen coincidir con las capitales de Comunidades Autónomas o de grandes ciudades.
El primer indicativo de la polémica se tuvo el super-martes electoral de los obispos.
Ocurrió al término de la votación número 68, la que correspondía al presidente de la Sub Comisión de Seminarios, en la que fue reelegido Jesús Vidal, obispo auxiliar de Madrid.
Una carta del Papa
Por indicación del presidente, el secretario general leyó una carta del Papa a los obispos españoles a propósito del proceso de unificación de los seminarios. Una carta, fechada en el mes de febrero, breve, en la que el Papa nombraba algo más que “Referente apostólico”, Delegado Apostólico, a monseñor Vidal para ese proceso, algo que ya se habían anticipado en la reunión de los obispos españoles con el Papa en Roma.
La presidencia de la Conferencia había tenido el detalle de no hacer pública esa carta antes de la votación. No quería condicionar el voto, para bien o para mal. Pero la misiva, que llevaba varios puntos que son objeto de debate y análisis, dejó bastante perplejos a los obispos, según ha podido saber Religión Confidencial de varias fuentes episcopales.
Algunos obispos califican el caso de los Seminarios españoles como “el regalito” o “la patata caliente” que el cardenal Omella le ha dejado a monseñor Argüello.
Encuesta a los obispos
En la carta del Papa, que no tenía por otra parte muchas novedades, se venía a ratificar el documento que el Dicasterio del Clero les había entregado a los obispos en su visita del mes de noviembre a Roma, y que lleva por título “Criterios para la actualización de la formación sacerdotal inicial en los Seminarios Mayores de las Iglesias particulares que conforman la Conferencia Episcopal Española”.
Un documento que establecía los criterios, número y fechas con las que se debía hacer este proceso de cierre de centros de formación.
El documento había sido trabajado por la Comisión Permanente de enero, que decidió enviar una encuesta a los obispos españoles sobre la aplicación de los criterios romanos.
Encuesta a los obispos
La encuesta aparece, según la Nota informativa conclusiva de la Plenaria, referida así: “En la Plenaria, Mons. Vidal ha presentado todo este proceso. Está previsto que los obispos establezcan un calendario de trabajo y señalen los temas que se van a incluir en una encuesta que van a contestar todos los prelados sobre esta cuestión”.
Como solía ser la tónica en las pasadas Asambleas Plenarias, las cuestiones candentes se dejaban para última hora, entre otras razones porque el viernes los obispos suelen marcharse a sus diócesis sin esperar a que concluya la Asamblea Plenaria.
En esta ocasión, se procedió también así. Un tema de tal calado se abordó el viernes por la mañana, de prisa y corriendo, cuando ya se estaba dando información a los medios en una rueda de prensa que hay que analizar detenidamente.
Más de la mitad de los seminarios
En esta ocasión la presencia de los obispos, hasta que se abordó ese tema, era masiva, algo que se comprobó en las abundantes intervenciones que manifestaron lo que pensaban de este proceso de cierre de, según algunas fuentes, “más de la mitad de los seminarios españoles”.
Un cierre que tendría como efecto, según obispos consultados por Religión Confidencial, que “arrasaría con la formación teológica en las diócesis pequeñas, con lo que supone una contradicción con lo que dice el papa Francisco de pensar y actuar desde las periferias y no desde el centro, de preocuparse por los más vulnerables, por la España vaciada”.
Poco sinodal
El proceso, en términos generales, fue calificado por los obispos como “poco sinodal, dado que, además, el informe de los obispos visitadores no ha concluido con especiales problemas en los seminarios españoles, sino todo lo contrario”, nos cuentan.
Por lo tanto no se entiende a qué viene este interés en un proceso que está, según nuestras fuentes, “creando nerviosismo en los jóvenes que se preparan al sacerdocio, en un momento de descenso significativo del número de seminaristas y de cansancio del clero”.
Los obispos redactarán la encuesta que se les ha enviado y sus conclusiones deberán ser analizadas en la próxima Comisión Permanente.
Víctimas de la pederastia
Otro de los aspectos que llevaron no poco tiempo durante la Asamblea Plenaria fue el del plan integral de reparación de las Víctimas de la pederastia, que parece estar siguiendo un lento y tortuoso camino, entre otras razones por las divergencias de escuela jurídica a la hora de abordarlo.
En este caso, fue el Consejo Episcopal de Asuntos Jurídicos, que dirigía y dirige monseñor Casimiro López Llorente, obispo de Segorbe-Castellón, el que puso las objeciones.
La nota informativa conclusiva señalaba que “la Asamblea Plenaria ha aprobado los principios informadores del plan de reparación integral de víctimas de abusos sexuales en el ámbito eclesiástico del que emanarán las normas generales que se aplicarán en los casos de reparación. Lo ha presentado el Servicio de coordinación y asesoramiento de las oficinas para la protección de menores”.
Retraso técnico
Y añadía que “en enero, la Comisión Permanente revisó el texto que ya incorporaba las observaciones de los obispos y las ideas recogidas en el Mensaje al Pueblo de Dios de la Plenaria. Ahora se incorporarán las indicaciones del Consejo Episcopal para Asuntos Jurídicos y del órgano de compliance de la Conferencia Episcopal”.
Tanto el informe del citado Consejo, como el del órgano de compliance, en el que juega un papel moderador el letrado del Consejo de Estado Alfredo Dagnino, hicieron que se aplazara, por razones de técnica jurídica, no por una voluntad de dilatación, el plan de reparación integral de las víctimas.
Los obispos españoles, en contra de lo que afirman algunos medios, están altamente sensibilizados con todo lo que tiene que ver con la pederastia en la Iglesia, tanto a nivel preventivo como de escucha, atención y reparación a las víctimas.
En este proceso está jugando un papel destacado la Asociación “Acogida Betania”, cuya presidenta es María Teresa Compte Grau.
