Un sobresaliente análisis sobre Fiducia Supplicans: obispos que la apoyan y los que no

El cardenal Fridolin Ambongo, arzobispo de Kinshas y presidente de la Conferencia Episcopal Africana.
El cardenal Fridolin Ambongo, arzobispo de Kinshas y presidente de la Conferencia Episcopal Africana.

El periodista Pablo J. Ginés ha realizado un sobresaliente análisis sobre los cien días de Fiducia Supplicans: los que la aplauden, los que la critican, los que la reconducen. Repasa ampliamente las reacciones de obispos y países ante el polémico documento del cardenal Víctor Fernández, prefecto del Dicasterio de la Fe. Desde estas líneas, le doy mi enhorabuena. 

El reportaje publicado en Religión en Libertad se puede ver aquí. 

Me voy a detener en primer lugar, en algunas declaraciones públicas de los obispos españoles. Y en segundo lugar, en aquellas voces episcopales que reconducen este documento, se mantienen fieles al Papa pero aportan argumentos muy valiosos. 

El cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid ha dicho que aplicará en Madrid Fiducia supplicans con la intensidad que merece. Sin embargo, quiero recordar la entrevista que le realizó Religión Confidencial en junio de 2023, en la que Cobo dejaba muy claro que cuando la Iglesia acompaña a personas homosexuales "yo le tengo que ofrecer la antropología de la Iglesia y educar en la visión de la Iglesia y que ayude a descubrir la plenitud de la persona. Tengo que hacerlo porque si no, otros le van a ofrecer otras cosas. Y si la Iglesia no educa, no acompaña, no es Iglesia", declaró a RC. 

Los obispos que acogen el documento del Vaticano son el de Almería, Antonio Gómez Cantero, el de Bilbao, Joseba Segura y el de San Sebastián Fernando Prado, que entrevistado en El Diario Vasco matizó: "Esto no significa que estemos aplaudiendo lo que hacen ni legitimando un matrimonio que no se puede dar, pero sí acogerles y darles una bendición que les ayude a entender en la vida que en la Iglesia no son rechazados". 

Otros obispos españoles han explicado un poco más el sentido del documento como el arzobispo de Toledo Francisco Cerro quien dice que "la nueva propuesta, según lo indicado en el documento, es más bien una oración de intercesión" y pide que el pastor compruebe "si se dan unas sanas disposiciones de las personas que se acercan con una sencilla y humilde petición" y añade que "por eso, ni hay obligación automática de hacerlo ni de no hacerlo".

Por su parte, el arzobispo de Granada José María Gil Tamayo ha dicho que seguiría "fielmente" lo indicado por Fiducia, pero que él lo interpretaba así: "No voy a bendecir ni una unión homosexual" ni similar, "yo voy a bendecir a la persona" sin que haga falta "una ceremonia", declaró Gil Tamayo. Dijo que defendía la doctrina de la Iglesia sobre "el verdadero matrimonio y las uniones irregulares" evitando "toda confusión y buscando el bien de los fieles".

Luis Argüello, arzobispo de Valladolid se remite a lo que el propio Papa han insistido mucho en que se bendice a cada persona, aunque las personas vengan juntas, pero no su relación".

Los dos obispos españoles que han argumentado en contra han sido Jesús Sanz Montes, arzobispo de Oviedo, y José Ignacio Munilla, obispo de Alicante. 

 

Sanz Montes:  "Es controvertida Fiducia Supplicans. Innecesaria tras lo dicho por el mismo Dicasterio y avalado por el mismo Papa hace sólo 2 años. Una prisa poco sinodal y una pretensión ambigua en un documento que confunde y defrauda. Bendecimos las personas, no las relaciones y circunstancias". 

Munilla, "La Iglesia no tiene poder para impartir la bendición a las uniones homosexuales; no es que no quiera, es que no tiene autoridad y no puede cambiarlo. No puede venir un sínodo y cambiarlo, ni un concilio, ni el Papa siguiente. ¿El Papa puede venir dos años después y cambiarlo? No, sería una quiebra del magisterio de la Iglesia". Y ha enumerado 11 razones detalladas para oponerse a Fiducia.

Respecto a los "reconductores", Pablo J. Ginés explica que son aquellos que no se oponen directamente a Fiducia, pero la "reconducen" releyéndola como una exhortación para bendecir a personas por separado, a escondidas, sin que nadie lo vea y una ocasión para animar al pecador a convertirse y dejar la vida de pecado.

Me quedo con los que dice Erik Varden, obispo de Trondheim (Noruega), considerado un teólogo experto en sexualidad y relaciones, quien escribió a sus sacerdotes diciendo que "la claridad detallada no es, explícitamente, la prioridad de Fiducia". Dice que si los solicitantes tienen "propósito político o ideológico" entonces "el sacerdote no tiene libertad para bendecir, y más bien debe invitarles a rezar juntos el Padrenuestro", aplicando lo de "no tomarás el Nombre del Señor tu Dios en vano". Y que si hubiera bendiciones deberían ser muy en privado, como Jesús cuando llevó al leproso de la mano fuera de la aldea (Marcos 8,23).

Por cierto, algo insólito que recuerda Pablo J. Ginés: "El cardenal Fridolin Ambongo, franciscano capuchino y arzobispo de Kinshasa, donde pastorea 7 millones de católicos, como presidente de las Conferencias Episcopales de toda África, anunció el 20 de diciembre que los obispos africanos iban a "elaborar una declaración sinodal única, válida para toda la Iglesia de África". Efectivamente, en enero Ambongo llegó a Roma, se reunió con el Papa y el cardenal Fernández y elaboraron un documento pactado que dejaba a África fuera de Fiducia, un caso insólito en la historia del catolicismo". 

Zenón de Elea

 

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