La Conferencia Episcopal tiene un Plan

El presidente de la CEE, Mons. Luis Argüello con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños.
El presidente de la CEE, Mons. Luis Argüello con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños.

Martes por la mañana. Conferencia Episcopal Española. Desayuno con directores de medios y demás familia. Todos los que están, son. No todos los que son, están. Hay quien lleva la chapa de católico pero no frecuenta la santa casa desde hace mucho tiempo, quizá porque está llena, como no podía ser menos, de retratos del Papa Francisco.

Motivo de la reunión, los números de la Iglesia, positivos los económicos, años de record tras record de ingresos por la asignación tributaria. La Memoria de la Iglesia, la otra cara de la moneda, acredita el buen hacer, mal que se empeñen los que está dedicados a campañas. Las buenas noticias no son noticias. Las malas, ya se sabe.

El presidente, monseñor Luis Argüello, despliega todo su buen hacer, que no es poco.  Preciso, convincente, con cargas de profundidad, una medida justa en cada argumento, en cada juicio. Soltura, experiencia acreditada. Sentido eclesial, la cantidad oportuna del magisterio del Papa Francisco. Cuando le pasa el balón al Secretario General, expectación para ver si remata.

Monseñor Argüello sabe hablar de lo que significa la lealtad crítica con el Gobierno, de la continuidad de la acción de la Iglesia con las víctimas de los abusos sexuales, que ya incluye reparación, acogida y también indemnizaciones dentro de un marco jurídico, canónico-civil, que garantiza la fiabilidad del proceso desde criterios de justicia, también reparadora. Atentos a la versión del Informe “Para dar luz” que está en camino, versión 3.0. como poco.

Dice el arzobispo de Valladolid, y se ha publicado incluso por la agencia EFE, que el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, le ha invitado por escrito para discutir la aplicación del Plan de actuación con las víctimas de la pederastia en la Iglesia que aprobó el Consejo de Ministros el pasado 23 de abril.

Lógicamente asistirá con la idea de escuchar atentamente, de decir lo que tiene que decir, que es, entre otras cosas, que la Conferencia Episcopal tiene un Plan que no es el Plan del Gobierno quien, por cierto, deja fuera a más del 90% de ellas. El Plan de la Iglesia es integral, el del Gobierno sectorial. Hay que estar atentos a la intención del Gobierno, a lo que dice, a lo que no dice, a quién lo dice… La Iglesia con las víctimas de la pederastia no hace política. Es y quiere seguir siendo hospital de campaña.     

De tejas para adentro. La nueva cúpula de la Conferencia Episcopal, perdonen que no definamos o redefinamos eso de la cúpula de la Conferencia Episcopal en una Iglesia sinodal, está pendiente de ser recibida por el Papa.

Resulta que les ofrecieron dos días, uno coincidía con la fiesta patronal de Valladolid, y otro con la de Madrid. ¿Acaso no saben de fiestas patronales en Roma? Lo de Roma, pendiente de cuadrar agendas.

Quizá el hecho de que el pasado 1 de mayo el Papa recibiera, largo y tendido, al arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo, explique el cruce y la confusión de agendas.

 

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