El horror de la política de un sólo hijo sigue vigente e impune en China

La historia la ha desvelado el diario británico The Guardian. Al parecer funcionarios del Gobierno secuestraron de su casa a una mujer embarazada de 6 a 8 meses y la llevaron a una clínica donde le inyectaron una sustancia que acabó con la vida del bebé. La acción obedece a la política del hijo único impuesta por el régimen comunista chino. La historia parece sacada de una novela, pero es cierta. Y la comunidad internacional, empezando por la ONU, debería denunciar estos crímenes de estado.

Zenón de Elea

 

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