"Disfruto matando a todo aquel que Dios me ordena matar"

Abubakar Shekau quizás está muerto, quizás no. Aún se están analizando las muestras de ADN del cuerpo que el Ejército camerunés asegura pertenece al líder de Boko Haram.

Este grupo terrorista, que no se mueve más que por intereses económicos, pero que los disfraza de un supuesto imperativo de Alá, una inexistente guerra de religión, está sembrando el terror entre los cristianos de Nigeria y empieza a exportar su salvajismo más allá de las fronteras cercanas.

Abubakar Shekau quizás esté muerto, quizás no, pero quedará bien viva en la memoria la frase que pronunció en 2012 y que resume lo que hoy están haciendo estos terroristas: “Disfruto matando a todo aquel que Dios me ordena matar, de la misma manera que disfruto matando pollos y carneros”. ¿Cómo frenar a unos salvajes que creen que Dios les ordena matar y que, además, lo disfrutan?

Zenón de Elea


 

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