El 19 de marzo fue la Misa de Pontificado

Carlos Osoro: “Francisco nos ha contagiado misión, esperanza, alegría y misericordia”

Artículo del arzobispo de Madrid con motivo del tercer aniversario del Papa

El arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, escribe un artículo para Religión Confidencial con motivo de la elección del Santo Padre titulado “Al tercer año de la elección del Papa Francisco”.

Si tuviese que resumir lo que el Papa Francisco nos ha contagiado a todos los hombres, creyentes y no creyentes, con sus palabras y con sus obras en estos tres años como Sucesor de Pedro, hablaría de misión, esperanza, alegría, y misericordia. 

1) Misión: Desde el inicio de su ministerio, el Papa nos está convocando a todos los cristianos a anunciar el Evangelio; saliendo a buscar a la gente allá donde esté y regalando en cercanía el fervor de los primeros cristianos, que experimentaban junto a los apóstoles, como nos decía el beato Pablo VI, «la dulce y confortadora alegría de evangelizar». Nos recuerda que este anuncio hay que realizarlo en clave misionera, con audacia, valentía y misericordia. Y dejando la autorreferencialidad, pues quien nos hace levantar la mirada más allá de nosotros mismos es el Señor. Estamos llamados a promover la cultura del encuentro, eliminando todo intento de hacer cultura de la exclusión o del descarte, siendo servidores de la cultura de la comunión con la certeza de haber sido alcanzados y transformados por Cristo.

2) Esperanza: ¡Cómo nos sabe decir el Papa Francisco que Dios camina a nuestro lado, que nunca nos abandona, que en ningún instante nos deja! ¡Con qué fuerza nos pide que nunca perdamos la esperanza, ni la apaguemos o retiremos jamás de nuestro corazón! Con mucha claridad nos dice que el que tiene más fuerza es Dios y Él es nuestra esperanza. Cuando el vacío y la soledad llegan a nuestra vida, nos damos cuenta de que la esperanza no la dan ni el dinero, ni el éxito, ni el poder, ni el placer; sino que, en el santuario de nuestra vida, lo que nos hace emerger y vivir es una espiritualidad fundada, una generosidad aprendida de quien es generoso de verdad pues ha sido capaz de darnos su vida, la solidaridad, la fraternidad.

3) Alegría: Vivamos con alegría, seamos testigos de la alegría que es el mismo Jesucristo. Sin alegría daremos rumores, nos entretendremos en nosotros mismos, pero no daremos la noticia fuerte y grande que lo cambia todo. El cristiano es alegre y si es triste no es cristiano. Podrá tener momentos de lloro, pero aun así es alegre, porque tiene la seguridad de que Dios lo acompaña. No vivamos en luto perpetuo: Cristo nos mostró el rostro de Dios que nos ama incondicionalmente. Urge que recuperemos el carácter luminoso que es propio de la fe.

4) Misericordia: Acoger, cultivar y promover el abrazo misericordioso de Dios ha de ser una tarea esencial hoy. El amor de Dios es tan fuerte, tan grande, tan sorprendente, tan profundo, que nunca decae; al contrario, se aferra siempre a nuestro corazón y nos sostiene; si estamos hundidos, nos levanta, y si no tenemos clara la dirección, nos guía.

Gracias Papa Francisco por estos tres años en los que has anunciado a Jesucristo con tu vida y nos has mostrado con obras cuánto nos quiere Dios a los hombres. Gracias por tu entrega y disponibilidad. Gracias por enseñarnos a vivir la misión en la Iglesia anunciando el Evangelio y atrayendo a los hombres a la alegría del Evangelio y a la persona del Señor. Tu método es el del Señor: «No he venido al mundo a condenar a los hombres, he venido a salvarlos».

Con gran afecto y mi bendición,

+Carlos, arzobispo de Madrid


 

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