Amplio despliegue de seguridad para proteger a los 43 altos dirigentes mundiales que acuden a la canonización de Roma
Cerca de 1.000 agentes garantizaran la seguridad en la plaza de San Pedro, sumando otros 1.500 en las zonas próximas al Vaticano. Objetivo: proteger a los peregrinos y a los 19 jefes de Estado y 24 primeros ministros que han llegado a Roma para la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII.
El plan de seguridad lleva diseñado desde hace meses, y es ligeramente superior al de otras ocasiones similares. Fuerzas de seguridad, servicios médicos, voluntarios, autoridades y ciudadanos romanos ya están preparados para la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II el próximo domingo, el mayor evento del año que acogerá la capital italiana.
En el operativo también se desplegarán drones para vigilar desde el aire las multitudes. En el río Tiber se ha colocado una unidad de buceadores para rastrear el fondo en busca de potenciales amenazas. Se han instalado también equipos ‘jammer’ de contramedidas electrónicas
El espacio aéreo de toda la ciudad quedará cerrado durante la canonización. Hasta entonces, los dos aeropuertos de la ciudad tienen previsto recibir, además de los vuelos regulares, sesenta vuelos charter –incluidos los de las delegaciones oficiales-.
De momento no hay estimaciones exactas del número de peregrinos que acudirán a la cita, aunque las expectativas los elevan a 800.000.
Numerosos países han enviado delegaciones políticas a Roma para acudir a los actos de canonización. Este fin de semana se darán cita en Roma 19 jefes de Estado –entre ellos el rey y la reina de España-, así como 24 primeros ministros de Europa, América, África y Asia. En total 61 delegaciones de 54 países.
De aquí al domingo llegarán a los dos aeropuertos internacionales de la ciudad (Fiumicino y Ciampino) unos 60 vuelos charter.
