Mali, pueblo de paz
En estos días he tenido la oportunidad de hablar con varios héroes. Gente como usted y como yo que decidieron marcharse a otro país por amor. Y es ese amor el que les impide marcharse. Son los 24 misioneros españoles en Malí.
"Malí es un pueblo de paz", asegura una religiosa de María Inmaculada. "En los años que llevo aquí, siempre hemos trabajado entre musulmanes sin problema", afirma otra misionera, esta vez de las Hermanas del Santo Ángel de la Guarda. Y es que los islamistas muestran algo que no es el Islam. Hacen ruido y por eso se les conoce. Pero en Bakoro, la capital, la comunidad musulmana siempre ha vivido en paz con los cristianos.
Otro misionero Padre Blanco, aseguraba: "Malí es para mí un hijo, y cuando se tiene un hijo, no se le abandona". Increíble. Todos los misioneros se han tenido que replegar en Bakoro, a regañadientes, por indicación de la Embajada. Allí están protegidos, y "tranquilos", si es que se puede estar así en su situación. Y agradecen profundamente al gobierno español toda su cercanía y apoyo.
Cuando oigo que la gente se queja de los bienes de la Iglesia, siempre me quedo sorprendida. ¡Pero si la gran riqueza de la Católica son las personas! Muchas veces, esos que fanfarronean son los que más apegados están el dinero, y no son capaces de ver más allá de él. No son capaces de mirar a estas personas con las que he hablado esta semana.
Malí lleva en apuros mucho tiempo, especialmente desde el 22 de marzo del año pasado, cuando el ejército dio un golpe de Estado, que fue aprovechado por los islamistas para extender su poder por el país. No quiero entrar en apreciaciones políticas - Dios me libre de hablar desde mi completa ignorancia-. Y estos islamistas están extendiendo el extremismo allá donde van, y buscan a los cristianos para acabar con ellos. El enemigo al que se enfrentan no es "moco de pavo".
Desde España, no nos queda más que rezar. Y dar gracias a Dios porque sigue suscitando aún hoy a personas que en su debilidad, son valientes. Son los héroes del siglo XXI.
