Cáritas sigue organizando los Círculos del Silencio que llegaron de la mano de un franciscano en Toulouse

Diferentes organizaciones, entre ellas varias Cáritas diocesanas, han convocado 'Círculos del Silencio' en ocho ciudades españolas para este mes de julio. Se trata de una iniciativa impulsada por un franciscano de origen francés marcado por el horror de la guerra. Su objetivo es la protesta 'silenciosa' contra las injusticias.

El objetivo de estos círculos es llevar a cabo en diferentes ciudades un grito silencioso como forma de protesta frente a las leyes y prácticas que criminalizan y persiguen a los inmigrantes. 'Círculos del Silencio' tiene el apoyo de Cáritas en diferentes diócesis.

Cáritas diocesana de Salamanca tiene su propia agenda de acciones para el mes de julio. Todos los jueves de cada mes se movilizan por un tema diferente. El 26 de julio reivindicarán el derecho a la salud de todos. Cáritas de Zaragoza también lleva tiempo participando de esta iniciativa reuniéndose todos el primer viernes de cada mes durante una hora en la célebre plaza del Pilar.

La marcha silenciosa por la no violencia ya se ha celebrado en Vitoria, en la Plaza de la Virgen Blanca a las 20 h. A las 21 h. será en Plaza de San Francisco de Sevilla. El pasado viernes se han convocaron con éxito en la Puerta del Sol de Madrid, en la Plaza de Santo Domingo en Murcia, en la Plaza Mayor de Lugo, en la Plaza de la Candelaria en Santa Cruz de Tenerife y en la plaza del Pilar de Zaragoza.

Esta iniciativa nació en octubre de 2007 en la ciudad de Toulusse, de la mano de franciscano Alaín J. Richard, marcado él mismo por el horror de la guerra y firmemente comprometido con la no-violencia como medio de transformación de las personas y las sociedades. Desde Toulusse, este grito silencioso de protesta frente a las leyes y prácticas que criminalizan y persiguen a los inmigrantes, se ha extendido a otras 120 ciudades francesas y congrega cada mes a unas 10.000 personas.

Los Círculos de silencio llegaron el pasado año a nuestro país. En España comenzó su puesta en marcha en Valladolid, el 18 de diciembre de 2010, precisamente para conmemorar el Día Mundial de los Migrantes. Allí se siguen celebrando con cierta periodicidad y entre las entidades convocantes se encuentra la Red Íncola, proyecto intercongregacional de atención a personas inmigrantes.

El movimiento, apoyado por organizaciones en defensa de los inmigrantes y por Cáritas, propugna la no violencia en sus actuaciones. Consideran como precaria la situación que viven muchos inmigrantes. Por ello, hacen una llamada de atención con sus actuaciones para concienciar a quienes hacen las leyes y las aplican porque piensan que no se está siendo respetuoso con los derechos de las personas extranjeras.

 

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