Un papamóvil para alquilar
Tan sólo hace falta tener 350 dólares para utilizar durante una hora el mismo coche con el que Juan Pablo II recorrió las calles de Dublín. La idea viene de Paddy Dunning, un hombre de negocios que adquirió el papamóvil.
Y así le quiere sacar partido. Dunning asegura que aunque lo puede alquilar cualquier persona, es necesario que se haga de manera respetuosa. "Seremos cuidadosos, selectivos y respetuosos de lo que representa. Queremos que las personas disfruten de la experiencia y y ofrecemos descuentos tanto para eventos de caridad como para eventos deportivos", dice. Tras algunos retoques que le han costado la friolera de más de 60.000 euros, ahora el papamóvil tiene 15 puestos para quien lo alquile por el 'módico' precio de 270 euros la hora.
El que ahora se renta bajo dudosos criterios es tan sólo uno de los muchos coches que los papas han tenido a lo largo de la historia. El primero fue un Mercedes Nürburg 460 que la marca alemana regaló a Pío XI en 1930, nunca salió del Vaticano pero sí lo utilizó para dar algún que otro paseo por los jardines. Como detalle, este coche tenía una pequeña talla de San Cristóbal. Pío XI agradecido, al recibirlo dijo: "Esta se una obra maestra de la ingeniería moderna".
Sin embargo fue tras la Segunda Guerra Mundial cuando los coches de los papas comenzaron a blindarse. El llamado Mercedes Adenauer, porque era el que utilizaba el primer canciller de la RFA, fue el que regalaron a Juan XXIII y el primero que tuvo aire acondicionado, ideal para el ferragosto romano. En 1967, Pablo VI sustituyó este coche por una versión especial de Mercedes, la llamada Laundet, especial para los jefes de Estado.
Pero no siempre ha sido alemán el papamóvil, de hecho el coche en el que Juan Pablo II sufrió el atentado era un Fiat Campagnola y que después siguió utilizando, aunque con otras medidas de seguridad mucho más estrechas.
Un cambio significativo se dió durante el viaje a España de Juan Pablo II en 1982, durante esos días utilizó un Range Rover blindado que ahora está en el depósito que el Cuerpo Nacional de Policía tiene en El Escorial y un Seat Panda, fabricado exclusivamente para llevar al Sucesor de Pedro en un breve trayecto en su primera visita a Barcelona.
El caso del papamóvil de Irlanda demuestra que muchos de estos coches han pasado a manos de coleccionistas, y es que incluso hay uno expuesto en Las Vegas y un Ford Lincoln Continental que Juan Pablo II regaló a Caritas de Estados Unidos para que lo subastaran en 1979, pero que hace tan sólo tres años volvió a salir a la puja en eBay con un precio de salida de 30.000 euros, tenía tan sólo 10,620 kilómetros y los relojes del interior son de Cartier.
Benedicto XVI ha recibido varios coches como regalo, el último un Renault ecológico, pero antes de ser nombrado Papa en su Alemania natal conducía un Golf de cuatro puertas azul marino, que tras su elección también se vendió en eBay. Ahora, con sus 85 años se ha ganado, sin duda, pasar al asiento del pasajero.
