El año de los dos Papas

Es una situación excepcional en la que van a convivir dos Papas, Benedicto XVI, ya como Joseph Ratizinger, aunque quizá con el título de Papa emérito, y el Papa que sea elegido en el cónclave.

Ha sido la última clase del Papa profesor. Como obispo de Roma y según la tradición, Benedicto XVI se ha reunido con los sacerdotes de su diócesis y aunque no tiene por qué dar explicaciones de su decisión, a sus sacerdotes les ha agradecido sus oraciones, "las he sentido, como dije el miércoles, -dijo Benedicto XVI- casi físicamente. Aunque me retiro a rezar, estaré siempre cerca de vosotros, estoy seguro que vosotros estaréis cerca de mi, aunque si para el mundo permanezco escondido". Improvisando, con apenas algunos apuntes el Papa profesor ha dado su última lección magistral a sus sacerdotes, les contó sus recuerdos personales del Concilio Vaticano II.

Joseph Ratzinger era, por aquel entonces, un sacerdote que había ayudado a preparar algunos documentos y ayudaba al obispo de su ciudad. En un momento del Concilio; Juan XXIII llamó a su obispo y éste tenía miedo de que fuera castigado por un documento que había preparado el joven Ratzinger. Se lo contó a sus sacerdotes, que estallaron en una carcajada cómplice: "El Papa Juan XXIII lo llamó y él temía haber hecho alguna cosa incorrecta, falsa y pensaba que lo llamaba para retirarle la púrpura. Y le dijo a su secretario cuando iba vestido para la audiencia que quizá era la última vez que llevaba el traje de cardenal".

Tras este último encuentro, Benedicto XVI recibirá al presidente de Rumanía y el sábado se encontrará con el Primer ministro italiano, Mario Monti y con el presidente de Guatemala. El domingo, su penúltimo ángelus, que se prevé multitudinario, y después se retirará durante seis días a hacer sus Ejercicios Espirituales, como de costumbre, siempre la primera semana de Cuaresma. Le acompañarán algunos miembros de la Curia y también su fiel Georg, su secretario particular que se trasladará a Castel Gandolfo durante el período de Sede Vacante y también vivirá con Benedicto XVI en el monasterio Mater Ecclesiae y las consagradas de Comunión y Liberación. Pero a pesar de que viva fuera del apartamento papal, monseñor Georg Gänswein seguirá siendo Prefecto de la Casa Pontificia, es decir, organizará la agenda del nuevo Papa.

Aún quedan muchos cabos sueltos en la organización de la Sede Vacante y el cónclave. Y es que se trata de una situación excepcional. El 2013, será el año de los dos Papas. La primera vez que se dará en la historia reciente una extraña coincidencia que no se sabe cuántos años durará. El Papa elegido y su antecesor vivirán en el Vaticano y aún ni se confirma ni se desmiente que Benedicto XVI asista como obispo emérito de Roma a la misa de inicio de pontificado de su sucesor. Aunque sea quien sea el sucesor de Joseph Ratzinger, tendrá por delante el difícil trabajo de la continuidad de un papado que sin duda ha sido histórico.

@blancaruizanton

 

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