Nueva evangelización para todos los cristianos
Aunque aún quedan unos meses para la semana de oración para la unidad de los cristianos, Benedicto XVI no se olvida de las raíces que unen a las confesiones cristianas y por eso les invita, precisamente ahora, a vivir su particular Año de la Fe.
Sería de ingenuos pensar que sólo el catolicismo necesita un nuevo empuje. El 'olvido de Dios' del que tanto habla Benedicto XVI afecta a todos los niveles y en todas partes de la sociedad, del mundo y también entre las distintas confesiones cristianas. Por eso, durante la reunión que mantuvo con los miembros del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos les habló de la importancia de que todos los cristianos aúnen fuerzas, estrechen lazos y arrimen el hombro juntos para la nueva evangelización.
Y como todos los grandes cambios empiezan por pequeñas cosas, el Papa propone comenzar por uno mismo -sea cristiano católico, ortodoxo o protestante- y profundizar en la fe que nos une. "A nosotros, creyentes en Cristo se nos pide que regresemos a lo esencial, al corazón de nuestra fe, para dar juntos al mundo un testimonio del Dios vivo", dijo. Y es que el Papa sabe que en el fondo la nueva evangelización está en manos de los cristianos de a pie y de su empeño en tener una vida coherente con el Evangelio. "Al final tanto el ecumenismo como la nueva evangelización requiere el dinamismo de la conversión, entendido como voluntad sincera de seguir a Cristo y de adherir plenamente a la voluntad del Padre", afirmó Benedicto XVI.
Ecumenismo y nueva evangelización están estrechamente relacionados, casi podría decirse que son sinónimos porque, en palabras del Papa, "el verdadero ecumenismo, reconociendo el primado de la acción divina, requiere ante todo, la paciencia, humildad, abandono a la voluntad del Señor", exactamente igual que la nueva evangelización, que también necesitan los demás cristianos.
