Xiskya, la monja tuitera: “España está mucho peor que América Latina en Nueva Evangelización. Hace falta una Comisión Episcopal específica para este tema”

Presenta libro, #arezaryadormir. Xiskya, la llamada 'monja tuitera', tiene hecha una buena radiografía de lo que necesita la Nueva Evangelización porque conoce la sed de Dios que hay en las redes sociales. Cuando, con sus compañeros de iMisión, fueron recibidos en el Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales por monseñor Celli, les pidió "que fueran el rostro misericordioso de Dios". En la red se ha encontrado a todo tipo de personas y sabe que abundan las conversiones.

Xiskya Lucía Valladares, religiosa de la Congregación de la Pureza de María, nacida en Nicaragua pero afincada en España, se ha convertido en uno de los rostros de la Iglesia más populares en los medios de comunicación de todo signo. Y es que lo primero que explica esta periodista y profesora es que la Iglesia tendría que perder ese miedo escénico a aparecer en los medios. Ella no lo tiene y su ahora famosa cuenta de Twitter se fue dando a conocer precisamente en su trabajo como periodista durante la JMJ de Madrid 2011.

Ahora no solo presenta un libro que recoge frases de creyentes y no creyentes y un sinfín de reflexiones en las que, detrás, siempre se encuentra Jesús, sino que explica a Religión Confidencial cuál es la realidad de ese "continente digital" del que ya habló Benedicto XVI y que ella se ha aventurado a evangelizar. Del inesperado comienzo de sus peripecias digitales, junto a un grupo de tuiteros católicos, nació la iniciativa iMisión que le han presentado a monseñor Celli en el Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales y que alabó mucho su labor.

En las redes sociales ha descubierto el camino hacia los jóvenes, un camino que muchas instituciones eclesiales no habían sabido encontrar. Ella lo achaca al miedo a lo desconocido. De hecho, reconoce que aunque han sido pocos, sí se ha topado con las críticas de algunos miembros de la Iglesia. "Muchas instituciones y personas en la Iglesia tienen cuentas en Twitter, pero eso no significa que las usen".

De su experiencia, plagada de luces y sombras –acosos denunciados incluidos-, se queda con esa capacidad de llegar al otro cuando lo necesita. "Vienen a buscarme cuando tienen una enfermedad, cuando un familiar pasa por algún problema, ante la muerte o incluso cuando tienen un examen". Así engancha con ellos y después llega el secreto de su trabajo: "Acompañamiento y oración", porque Xiskya reza por cada persona que la menciona en Twitter. Y cada página de su libro es obra de toda esa oración.

Ella trata de llenar el "anhelo de Dios" que es tan habitual en esa sociedad posmoderna que se vuelca en Internet. "Tienen un vacío muy grande que está gritando. Y yo les llevo el mensaje de Cristo. Por eso me sigue tanta gente, no es por Xiskya Lucía Valladares, sino por lo que yo represento, que no es otra cosa que la Iglesia".

Y, como dice el Papa Francisco, no les ofrece una fe licuada sino que les abre la puerta a la verdadera fe. Ha vivido conversiones a través de Twitter en las que ni siquiera ha puesto jamás rostro al converso. Pero en este punto hace una denuncia que es una petición: "No hay previstos sistemas para acompañar al adulto después de que experimente esa conversión. No hay una buena pastoral del primer anuncio para adultos. Solo algunos grupos, como el Camino Neocatecumenal o el Opus Dei, por poner dos ejemplos, saben acompañar a las personas que han redescubierto a Dios. Y eso es fundamental".

Mientras tanto, ella reza. Cuando Religión Confidencial llegó al Colegio Pureza de María en Madrid, donde está residiendo estos días, rezaba en la capilla, ante la imagen de la Virgen y el sagrario, por sus 14.796 seguidores en Twitter.

 

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