Roma toma el mando de los Concepcionistas
El proceder del Vaticano con asuntos poco claros económicamente ha dado un giro de 180 grados de un tiempo a esta parte. El último caso ha sido el del Instituto Dermatológico de la Inmaculada. Propiedad de los Concepcionistas, lleva siete meses sin pagar el sueldo a sus más de 1.500 trabajadores. Aun peor, el exadministrador, padre Franco Decaminada, es acusado de desfalco a la institución por valor de 600 millones de euros. Tras la correspondiente visita apostólica, el Papa ha nombrado un delegado apostólico en la persona del cardenal Giuseppe Versali, prefecto para los Asuntos Económicos de la Santa Sede, y ha iniciado un plan de cobertura para las familias afectadas.
Pertenecer a la Iglesia no equivale a eficiencia en la gestión, ni siquiera en los dineros propios. La Curia se ha dado cuenta de esto y apuesta por dejar en manos de profesionales contrastados el control de sus estructuras económicas, como el IOR. Un adecuado y limpio uso de los bienes redundará en una dismunición de escándalos y en mayores posibilidades de ayudar a las comunidades que lo necesitan. Y sirve de aviso a navegantes para las instituciones católicas: si no ponen atención en las cuentas, se les retirará la potestad.
Zenón de Elea
