Justicia contra odio
El último giro del "caso Bretón" ha desatado el odio entre la ciudadanía. Pero el odio no es un sentimiento adecuado. Lo explica con acierto el último editorial de Iglesia en Camino, revista de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz.
Recuerda los muchos casos de desapariciones y muertes violentas de niños. "Hemos sufrido con sus padres, desarrollado nuestro potencial de juez, legisladores y hasta ejecutores, generando, no pocas veces, sentimientos viscerales incapaces de separar la justicia, liberadora, del odio, que desarrolla lazos de dependencia con nuestros verdugos y nos mantiene presos de las situaciones que repudiamos"
"Por desgracia, desde que las páginas de sucesos han saltado a la portada de los medios, ya sea radio, prensa escrita o televisión, nos estamos acostumbrando a convivir, aunque sea por una referencia machacona que la hace casi masticable, con la maldad humana", dice el editorial.
En efecto, la misma violencia que se ha convertido en habitual en las pantallas de nuestros televisores, no solo en la realidad, sino también en la ficción, corre el peligro de hacerse fuerte también en nuestra alma. Entonces, como la violencia engendra violencia, sustituimos el deseo de justicia por el pecado del odio.
Zenón de Elea
