Los 84 años pasan factura a Benedicto XVI: La Santa Sede ha modificado la agenda del Papa
En los últimos días la Santa Sede se ha visto obligada a introducir medidas que garanticen el reposo del pontífice, sin embargo, Benedicto XVI ha adaptado estas modificaciones a su particular visión de la Iglesia: conceder menos tiempo a los asuntos diplomáticos y de protocola para centrarse verdaderamente en la religión.
El Papa da cada vez más muestras de agotamiento, debido a sus 84 años de edad. Fuentes cercanas al pontífice afirman que "está más débil que nunca, demasiado cansado como para poner atención en lo que le están diciendo".
Estas declaraciones han preocupado en el entorno de la Santa Sede e incluso al propio Benedicto XVI que, según fuentes vaticanas, estaría "preocupado por si está desempeñando bien su labor, porque quiere dar lo mejor de sí".
Para facilitar el desempeño de sus actividades se ha modificado la agenda papal. Se trata de "un cambio radical con relación a la tradición de más de medio siglo". De esta forma, Benedicto XVI no tendrá que descuidar ninguna de sus actividades, pero tendrá un horario de trabajo menos rigurosos y acorde con su edad.
A raíz de estos últimos días de agotamiento, el Papa dejará de pronunciar discursos a los embajadores durante la entrega de cartas credenciales. También se tratará de reducir el número de ceremonias a las que debe asistir , o al menos las presidirá sentado.
Por otro lado, Benedicto XVI no se reunirá individualmente con los obispos que le visitan y está utilizando la plataforma móvil de forma más habitual; sobre todo para desplazarse hacia el altar de la Basílica de San Pedro, por un pasillo de unos 100 metros.
La introducción de estas mejoras se ha llevado a cabo precisamente ahora como preparación para las fechas navideñas, uno de los picos de actividad para el Papa, con compromisos ineludibles y no modificables.
