"El Papa hablará sin pelos en la lengua": Arzobispo de Miami

El arzobispado de Miami llevará un grupo de cerca de 200 cubanoamericanos y estadounidenses a La Habana, para asistir a las actividades relacionadas con la visita del papa Francisco a Cuba, a mediados de septiembre. A la cabeza de esa delegación de “peregrinos” se encuentra Thomas Wenski, arzobispo de Miami, quién accedió a una entrevista en su oficina en el centro pastoral ubicado en Biscayne Boulevard. “Si uno quiere ver al papa Francisco de cerca, mejor ir a un país de 11 millones de personas [Cuba], que ir a Filadelfia, a un país de 300 millones o más”, bromeó el arzobispo al inicio de la conversación.

Wenski comentó acerca de los fuertes vínculos entre las Iglesias de Miami y Cuba y el encuentro anual entre religiosos de ambas orillas que se realiza desde la visita del papa Juan Pablo II a Cuba en 1998. “A pesar de todo, la Iglesia cubana sigue siendo una sola Iglesia, y el pueblo cubano, un solo pueblo”, subrayó.

Señaló además que la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos ha ayudado a la Iglesia cubana durante años con un poco más de $1 millón anuales, que han sido utilizados para “comprar gasolina para que los curas se puedan mover”, apoyar a los seminarios y otros proyectos pastorales.

Ante la próxima visita del papa Francisco, Wenski ha promovido una novena de oraciones que utiliza como tema central la carta de los obispos cubanos La esperanza no defrauda y le pide “a la Virgen Desatanudos [una Virgen venerada en Alemania] que desate los nudos que enredan al pueblo cubano”, dice.

Sobre la próxima visita del Papa a Cuba trató el resto de la entrevista, que se ofrece aquí en versión resumida.

¿Qué esperan la Iglesia y el Papa lograr con su visita a Cuba, más allá del mensaje religioso? Por ejemplo, ¿la Iglesia va a recibir autorización para tener más seminarios o edificios para iglesias?

La Iglesia no está buscando su propio interés y tampoco el Papa. La visita del Papa quiere ayudar a crear un ambiente que permita un aterrizaje suave, o sea, una transición suave, sin caos, sin violencia. Por eso la Iglesia está haciendo tanto hincapié en el tema de la reconciliación. Cuba está cambiando, adónde va, todavía no sabemos, pero la Iglesia quiere que vaya por un camino de paz y de reconciliación.

Usted habla directamente que la Iglesia quiere una transición pacífica. Esta semana, en un hecho insólito, la televisión estatal cubana transmitió una entrevista con el cardenal Jaime Ortega, quien dijo que “la Iglesia no está para cambiar gobiernos”. La diferencia entre los discursos, ¿se debe a que usted tiene más libertad para expresarse aquí en Miami o a que el cardenal Ortega tiene otra visión acerca del rol de la Iglesia en la isla?

La Iglesia ve algo más allá y más importante que lo político. No quiere cambiar gobiernos, y no debe, ese no es su papel, pero la Iglesia sí quiere cambiar culturas y si uno no cambia la cultura, ¿qué cambio de gobierno va a haber? Cambiaría un tipo pesado por otro tipo pesado, pero si hay un cambio de cultura, entonces sí hay posibilidades de que el cambio político sea más positivo y bueno para el futuro de Cuba.

 

¿Cree que el Papa hará algún pronunciamiento sobre ese tema? ¿Se reunirá con las Damas de Blanco u otros opositores?

No sé si va a reunirse con opositores, tampoco Benedicto XVI lo hizo, pero Benedicto habló fuerte y también Juan Pablo II habló sin pelos en la lengua. El papa Francisco, que ya tiene reputación de decir lo que quiere, creo que hablará también sin pelos en la lengua sobre temas que el pueblo quiere oír, como hicieron los obispos cubanos en su carta del 2013.

Lo que dijeron los obispos es muy fuerte. Eso es lo que mucha gente aquí no sabe. El día anterior a que Benedicto viajara a la Habana, celebré misa y dije una homilía en la Catedral de La Habana. La Catedral estaba llena de gente y algunos de los cubanos que fueron conmigo de Miami, estaban buscando la puerta para irse por lo que yo estaba diciendo. Me dijeron, ‘¿cómo puedes decir esto en Cuba?’. Bueno, he dicho cosas como esas antes.

Al mismo tiempo, se nota un clima de cierta tensión entre la Iglesia Católica y algunos opositores en la isla y en Miami, quienes por ejemplo han criticado unas declaraciones que hizo el Cardenal Ortega…

Esto no es nada nuevo y por supuesto, ustedes en los medios adoran el conflicto, es lo que les da noticias. Hace unos años cuando las Damas de Blanco eran acosadas cada domingo al salir de la iglesia de Santa Rita, fue el Cardenal quien pidió a Raúl que eso terminara.

Justamente esas son las críticas, que él ya no ha hecho eso más. Ellas continúan siendo acosadas…

Cuando él hizo eso, había un nivel mayor de acoso que el que está ocurriendo ahora. No he seguido el tema en estos últimos días, pero después de que el Cardenal habló, usualmente, las ponen en un carro y manejan 10 millas y las dejan ahí. Ya ni siquiera las llevan a la cárcel.

No sé si está al tanto, pero un grupo de disidentes entró esta semana a la Catedral de Pinar del Río, con la intención de permanecer allí hasta la visita del Papa y se quejaron de que el obispo de esa ciudad [Jorge Enrique Cerpa] no los apoyó y permitió que la policía los desalojara.

No estoy al tanto pero antes de la visita de Benedicto pasó algo similar. De nuevo, en el contexto de Cuba, es muy difícil entender qué está pasando realmente. Uno se pregunta si esto es algo hecho por un disidente, o alguien de Miami te contrató para hacerlo o es algo preparado por la Seguridad del Estado. En una situación como esa, la Iglesia, el obispo allí piensa, ¿quién envió la trampa? ¿Como va a reaccionar uno frente a ese tipo de cosas? Tienes que reaccionar muy cuidadosamente, porque si resultan ser de la Seguridad del Estado, estás jodido.

La Iglesia ha ido ganando espacios en su diálogo con el gobierno y se ha convertido en mediadora, pero algunos creen que a la vez ha perdido credibilidad ante los opositores, y sectores del pueblo que antes iban a misa a escuchar homilías más críticas. ¿Qué cree de este argumento?

La Iglesia todavía tiene gran credibilidad entre el pueblo, mucha gente ve que la Iglesia se preocupa por ellos. Mucha gente no conoce a Yoani Sánchez, ni siquiera a [Oswaldo] Payá porque no hay difusión. Los disidentes son más conocidos en Miami que en Cuba.

También hay mucho interés sobre lo que va a decir el Papa en EEUU, también sobre Cuba. ¿Usted espera que haga algún comentario para apoyar la política del presidente Barack Obama hacia la isla o que pida el fin del embargo?

No estoy seguro de que vaya a abordar políticas específicas. Creo que va a tratar de hablar a otro nivel. Él es el Papa, así que va a hablar a un nivel más alto, no va a discutir los detalles específicos. Muchas veces la gente ve todo en términos de la política, la Iglesia ve las cosas en un plano más general. Como dije antes, no cambies la política, cambia la cultura. La cultura es la base de la política que tenemos.











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