Claves del próximo viaje del Papa a Latinoamérica

La visita al país norteamericano era casi una obligación por muchos motivos. Benedicto XVI les debía una visita. Después de su viaje a Valencia para el encuentro mundial de las familias, los méxicanos esperaban que el Papa visitase su país por el mismo motivo. Al final la salud del Papa se lo impidió y no pudo viajar a la capital mexicana debido a su gran altitud.

Otro motivo no indiferente es que el actual presidente de los Obispos del continente de la esperanza es mexicano. También en los últimos años ha habido una exelente relación entre México y la Santa Sede que ha llevado por ejemplo a que cada año un estado mexicano adorne el Belén del aula Pablo VI. Este año en concreto será el Estado de Puebla que tendrá ese honor.

Pero no solo la Iglesia mexicana le pedía al Papa que fuese a visitarles. También el Presidente de México, Felipe Calderón, durante la beatificación de Juan Pablo II, pidió personalmente a Benedicto XVI que lleve a su país un mensaje de paz para los mexicanos que sufren mucho por la violencia que provoca el narcotráfico.

Si la visita a México era más o menos segura, lo que no resulta tan claro es su viaje a Cuba. La visita a la isla caribeña se deberá sobretodo a la insistencia del Arzobispo de la Habana, cardenal Jaime Ortega. Además algunas personas en Secretaria de Estado ven el viaje como una oportunidad para que el gobierno otorge más derechos y libertad a la Iglesia cubana. De todas formas no todos son de la misma opinión. Algunos consideran que la visita del Papa sólo conseguirá dar oxígeno al gobierno de Raúl Castro. También algunos obispos cubanos, a diferencia de Ortega, creen que la visita será instrumentalizada por el gobierno.

Benedicto XVI ha mantenido al cardenal Ortega al frente de la archidiósesis de la Habana pese a haber superado el límite de edad para seguir en su encargo. De esta manera se ha dado continuidad a las negociaciones que lleva a cabo la Iglesia cubana con el régimen para la liberación de presos políticos.

En estos días Ortega está acompañando a la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, en una peregrinación por toda la isla. La peregrinación comenzó en agosto de 2010 para celebrar los 400 años de las apariciones y desde principios de noviembre se encuentra en la Habana. Ahí permanecerá hasta finales de diciembre. El sábado la imagen fue paseada en la famosa plaza de la Revolución, lugar símbolo de los comunistas. Un hecho sin precedentes que podría significar que efectivamente algo está cambiando en Cuba.